A comienzos de enero de 1958, un barco de vigilancia de la Arma da brasileña, el Almirante Saldanha, tomó fotografías desde su cubierta de un Ovni. El fotógrafo dijo que el objeto no emitía ruido alguno, que era de color gris oscuro, y que parecía estar rodeado de una neblina verdosa. Ejército brasileño examinó los negativos. Se comprobó que eran auténticos, y se descartó cualquier fraude o engaño.